jueves, 21 de febrero de 2013

Interesante información, que debo compartir...



Muchas de ustedes han compartido sus vivencias con nosotros y se lo agradecemos a todas porque estas historias son las de tantas otras mujeres alrededor del mundo. Tal y como hemos podido comprobarlo, el dolor compartido disminuye y nos ayuda a todos a aprender. El sufrimiento que vive cada una de ustedes no es en vano si lo utilizamos para hacernos más fuertes y tomar consciencia acerca del narcisismo y la psicopatía que contagian cual cáncer a la población. La mejor manera de protegernos es reconociendo su existencia y “curándonos por dentro”. Si saben leer en inglés, les recomendamos que se procuren el libro Women Who Love Psychopaths (Mujeres que aman a psicópatas) de Sandra Brown. Dado que es sumamente instructivo, a continuación describiremos algunas de las características comunes a un cierto grupo de mujeres y capaces de volverlas susceptibles a caer en relaciones con hombres patológicos y a soportarlas durante mucho tiempo. Después de todo, se trata de hombres que pueden ser muy encantadores al comienzo y, por ende, muchas mujeres se enamoran de ellos “a primera vista”. Les recomendamos asimismo leer los comentarios y las entradas disponibles en este blog si desean aprender a reconocer más fácilmente a las personas patológicas en cuestión.
Muchas mujeres comienzan relaciones con psicópatas cuando están pasando por una etapa de la vida en que se ven afligidas por el dolor, la pérdida de algún ser querido, el estrés, la ansiedad o la depresión, entre otros factores que incrementan su susceptibilidad. La soledad trae como resultado que las mujeres se vuelvan vulnerables, y los depredadores lo saben. Las necesidades emocionales y sociales son factores clave en la atracción hacia personas psicopáticas. Próximamente, publicaremos la traducción del libro La Familia Narcisista en este blog, pero mientras tanto, no se pierdan los primeros capítulos que ya están disponibles en la columna de la derecha, ya que contienen información extremadamente útil para entender algunas de nuestras heridas y necesidades emocionales.
A las circunstancias negativas se suman ciertos rasgos positivos en la personalidad de muchas mujeres que, en contacto con un psicópata, pueden llegar a convertirse en factores de riesgo, tal como sucede, por ejemplo, con la extraversión y la atracción hacia esta misma característica en los demás, tan común en los psicópatas (o los hombres narcisistas). Cabe asimismo tener presente la tendencia al cariño, el sentimentalismo, el deseo de comprometerse y la sensibilidad a las necesidades de los demás, pues estos son factores que pueden ser fácilmente explotados por un psicópata.
A dicho conjunto se agregan la tendencia de muchas mujeres a la cooperación y al apoyo, la empatía y la tolerancia, el carácter amistoso y compasivo, todos ellos rasgos sumamente positivos pero por demás atractivos para personas patológicas.
Las mujeres muy cooperativas presentan un alto riesgo de entrar en una relación patológica. Los psicópatas y los narcisistas necesitan que sus mujeres cooperen. Saben instintivamente que las mujeres con un alto grado de cooperación permanecerán en la relación durante un periodo más extenso. Además, se ha observado que las mujeres que aman a los psicópatas tienden a ser muy confiadas y leales. Reiteramos, todos estos rasgos son muy positivos, pero cabe tener en cuenta que pueden ser explotados por personas patológicas. Por ejemplo, el hecho de que ustedes sean muy tolerables significa que pueden soportar muchos aspectos negativos de la relación; si son muy empáticas, hallarán justificaciones racionales tales como “yo entiendo su comportamiento”. Si son muy cariñosas, seguramente dirán: “lo amo”. Si tienden a comprometerse, pensarán: “me basta con los buenos aspectos de nuestra relación.”
Otro elemento de suma importancia es que la mayoría de las mujeres que viven relaciones con hombres narcisistas o psicópatas, previamente les confesaron exactamente lo que estaban buscando en una persona o en una relación. De ahí en más, el psicópata estará en condiciones de fingir ser todo lo que ellas buscan y, en cuanto pueda sacarle provecho, utilizará todas las confesiones de su pareja para manipularla y culparla.
El psicópata se esfuerza por que la relación avance a pasos agigantados, a fin de cerciorarse de que su pareja será incapaz de reflexionar acerca del comportamiento anormal que percibe en él. La mayoría de las mujeres se vieron incapacitadas a frenar la carrera hacia el altar, a la cama, o a sus hogares. Dado que los psicópatas son extrovertidos, es probable que persistan vigorosamente en la búsqueda de una mujer.
Al comienzo, el psicópata utiliza sus mejores habilidades de comunicación; normalmente es respetuoso y coopera para que se solucionen los problemas dentro de la pareja. Es probable que en los primeros estadíos de la relación todo dé la impresión de ser normal en este aspecto, o que incluso la víctima crea que posee una comunicación “profunda” con su pareja, por encima del promedio. Todo esto es una máscara que perdura mientras el psicópata invierte energía en la así denominada “etapa de la luna de miel”, cuyo único propósito consiste en asegurarse de conquistar a una mujer. Cuando la máscara se desvanece y las mujeres comienzan a notar la dicotomía presente en el psicópata, ya están hechizadas, presas a causa de su temperamento y de los rasgos de personalidad que, en una relación sana, habrían siendo positivos. Por ejemplo:
La empatía ( “Él es de esta manera porque lo han herido en el pasado”.)El bajo nivel de impulsividad ( “No voy a huir”.)El sentimentalismo ( “Él puede ser tierno cuando…”.)El cariño ( “¡Lo amo como nunca he amado a nadie, me siento tan conectada con él!”.)El compromiso con la relación ( “He volcado mi alma en esta relación. Sé que podemos hacer que funcione”.)La auto-estima ( “Quiero que piense bien de mí. ¿Qué estoy haciendo mal?”.)La tendencia a evitar daños (“¿Encontraría a otra persona si lo dejo?”.)Contrariamente, la poca tendencia a evitar daños (“Él no es tan malo. Estoy segura de que puede cambiar”.)El ingenio ( “Podría encontrar a un terapeuta para él y acudir a un psicólogo de parejas.)
En el idioma de un psicópata, amor significa conformidad por parte de su pareja; confianza equivale a paranoia; comunicación se equipara a oportunidad (la de obtener dinero, por ejemplo); vínculo afectivo es igual a apego (un psicópata puede apegarse a alguien. Por eso tiene tendencia a acechar a su víctima, lo cual no significa que la ame); mentira supone esta es mi verdad; préstamo significa robo, y así sucesivamente. Al ignorar el significado que se esconde detrás de un lenguaje idéntico a simple vista, la pareja del psicópata interpreta inevitablemente de manera errónea cada acción de su predador.
Cuando la mujer comienza a descompensarse psicológicamente, se observan las mismas dinámicas que en el síndrome de Estocolmo:Ella percibe (y ya ha sufrido) una amenaza a su supervivencia, tanto física como psicológica y cree que él es capaz de cumplir con sus amenazas.El percibir pequeñas señales de amabilidad por parte de su pareja hace que baje la guardia y que lo vea, nuevamente, como un ser humano, lo cual, a su vez, la incita a comprometerse aún más en la relación y a volcar mayores esperanzas en él. A esa altura, ella no sólo ya ha sido aislada de los demás, sino que además sufre del adoctrinamiento que constituye haber adoptado la visión patológica del mundo que manifiesta su pareja.Por último, esta fragilidad presupone la imposibilidad de escapar de la situación.
Como es de esperar, la víctima sale totalmente lastimada de una relación patológica. Casi todas las mujeres padecen problemas emocionales tales como la depresión, las crisis de llanto espontáneo, la desesperación, la desesperanza, la ansiedad, los ataques de pánico, el miedo, la irritabilidad, la ira, el resentimiento, etcétera. Otras presentan síntomas característicos de daños psicológicos, entre los cuales se encuentran el exceso de culpa, la desesperanza, la impotencia, la baja autoestima, la dificultad para tomar decisiones y la disminución de la capacidad de concentración. Una relación con una persona patológica puede generar un nivel de estrés tal, que probablemente se manifieste en el cuerpo a modo de migrañas, problemas digestivos, presión arterial alta, etcétera.
Los cambios hormonales y fisiológicos relacionados con las relaciones sexuales también hacen que esta especie de conexión con el psicópata aumente. Cada vez que tiene relaciones sexuales, la mujer secreta oxitocina, la misma hormona que se produce durante el embarazo y la lactancia, y que despierta instintos amorosos y “maternales”, fomentando así la “unión” de la pareja. Para más información al respecto, les recomendamos consultar este enlace. No es de extrañar que el aspecto sexual sea tan importante para los psicópatas, ya que es así como “anclan”, a su pareja, al menos parcialmente.
Uno de los métodos recomendables a fin de “quitárselo de la mente” es algo que se traduce como “anclaje” y que consiste en frenar determinados pensamientos perjudiciales que refuerzan el amor hacia hombres patológicos. En este caso, el anclaje se basa en concentrarse en el entorno con los cinco sentidos puestos y en estar presente en sí misma y así detener el círculo vicioso de pensamientos o sentimientos. Por ejemplo, se puede observar con detenimiento un paisaje, escuchar el sonido del viento, percibir todos los aromas del ambiente, obtener todas las sensaciones posibles mediante el tacto, etcétera. Una variante a esta técnica consiste en que, al encontrarse pensando en él, la víctima intente concentrarse en alguna otra tarea o pasatiempo. No es tan fácil como parece, pero vale la pena intentarlo si se desea salir del círculo vicioso y borrar al psicópata de la mente.
En cuanto a la dificultad para librarse de la dependencia emocional después de una ruptura, también puede ser de gran ayuda tener siempre en mente lo que explica Sandra Brown en su artículo “Por qué usted sólo recuerda lo bueno de una relación mala”.
¡Ánimo para todas las víctimas! Conserven la esperanza y la fe en ustedes mismas; todas valen mucho y merecen ser felices. Existe la vida después de una relación dañina. Como dijo un experto en narcisismo, “no eres culpable de lo que te sucedió, pero sí tienes la responsabilidad de hacer algo al respecto”. Todo lo que hagan ayudará a que mejoren sus vidas y la de la gente que las rodea y que ignora el peligro de la psicopatía.
Próximamente, continuaremos abordando algunos otros temas relacionados con este tema y explicados en el libro Mujeres que aman a psicópatas, de Sandra Brown. Mientras tanto, gracias por acompañarnos en este camino de aprendizaje constante. Las alentamos a compartir sus historias y sus preguntas, a fin de que, entre todas, podamos comprender cada vez más la situación y aportar nuestro granito de arena.
Y recuerden que, cuando aman a un psicópata, el amor que entregan cae en un vacío o se convierte en un arma peligrosa para ustedes. No lo desaprovechen. Es posible aprender a dárselo a quienes lo merecen, comenzando por… ¡uno mismo!



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